Esta remodelación ha supuesto la eliminación de los ministerios de Vivienda y de Igualdad y diferentes cambios de ministros. Rubalcaba además de Interior se hace con la vicepresidencia del gobierno, Trinidad Jiménez pasa a Exteriores, Leire Pajín a Sanidad, Jáuregui ministro de Presidencia, Valeriano Gómez de Trabajo y Rosa Aguilar de Medio Ambiente.
Tachar esta remodelación de "buena" o "mala" es un error, así que analizaré los puntos clave de esta desde mi punto de vista.
Tanto los moviemientos de Trinidad Jiménez como de Pajín, son movimientos meramente renovadores. No veo en ellos ningún tipo de cambio en las políticas a seguir, aunque sí se deja ver la confianza que el presidente ha tenido y tiene en ambas.
La inclusión de Rosa Aguilar como ministra de Medio Ambiente me parece un claro guiño al votante de Izquierda Unida, ya sea tanto por su pasado en el partido como por las políticas que ha venido llevando a cabo en los últimos tiempos. Al igual que la inclusión de Valeriano Gómez me parece un claro guiño a los sindicalistas, un histórico de UGT que incluso acudió a la huelga del 19-S. Creo que este hombre tiene mucho que decir.
Y finalmente Rubalcaba y Jáuregui. Una dupla fantástica desde mi parecer progresista. Un guiño al partido, símbolo de cambio, de nuevo impulso e incluso de nuevas políticas. Ambos están bien valorados por la opinión pública y se les dan puestos cercanos a la presidencia, lo que indica la relevancia que van a tener estas dos figuras. Más que capacitados para la lucha antiterrorista y mucho más aún para representar los valores del nuevo gobierno. Un nuevo gobierno que debería volver a ilusionar a aquellos desencantados con las, a mi parecer, reformas "neoliberales".
En definitiva, un nuevo impulso al gobierno que debe recuperar la ilusión del votante y la fidelidad de la izquierda.
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