Una pequeña luz...

Hoy podemos ver como el gobierno ha llegado a un acuerdo con los sindicatos con respecto a los servicios mínimos para la huelga general convocada para el próximo 29 de Septiembre.

Reunión Gobierno-Sindicatos

En primer lugar quiero expresar la contradicción que esta huelga crea en mí. Por un lado pienso que no es precisamente una huelga lo que más ayuda a España, ni a su economía; y por otro lado produce en mí la sensación de que la clase clase obrera se tiene que pronunciar, ¡que se oiga su voz!


En el sentido en el que entiendo ambas posturas, me alegra poder leer en la prensa que han pactado, que es posible el diálogo y llegar a acuerdos; algo impensable, por ejemplo, con la derecha de hoy en día. Es más, tratandose de un gobierno socialista son más los puntos que les unen a los sindicatos que les separan, y los sindicatos deberían formar una parte más importante del núcleo político de nuestro país. Deberían estar más involucrados en la toma de decisiones que afecten a los trabajadores. Hay que tener talante, ponerse en la piel del otro, entender que la reforma es necesaria, pero que a la vez, el peso de ésta no debe recaer sobre el más débil.


Confío en que es posible tanto la negociación como la tolerancia, y que estas lleven una vez más  a mejorar el Estado de Bienestar en el que vivímos y no sabemos valorar.


Finalmente, espero que los sindicatos tengan la posibilidad, después del 29-S, de volverse a sentar con el gobierno y consigan entenderse por el bien de los trabajadores. Y por otro lado espero que no se produzcan muchos daños durante ese día. Desde aquí también quiero aprovechar para condenar a los piquetes, elemento de coacción, insolidario, irrespetuoso e intolerante.


¡Por una clase obrera digna!